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Andras

Ficha básica

Nombre: Andras.

Edad: Desconocida.

Estatura: 1,73 cm.

Sexo: Mujer.

Orientación sexual: homosexual.

Raza: Demonio.

Magia: Manejo de la oscuridad.

Personalidad

Andras dejó de ser el Demonio inocente e incluso "bueno" que era cuando terminó el cautiverio de Amon y Evelyn. O quizá, el detonante de su nueva personalidad surgió tras comprobar por sí misma cómo nadie estaba buscándola, tratando de ayudarla o simplemente, echándole de menos.

Actualmente, Andras es un demonio oscuro y cruel. Considera que es mejor que cualquier ser que vaya buscando el Bien porque ya no cree en esa palabra. Considera que la maldad dominará el mundo y que cualquiera que esté en el otro bando, es un enemigo al que hay que destruir.

Suele ser fría y de pocas palabras, a no ser que el que tenga delante sea alguien a quien respete. Actualmente, se muestra segura de sí misma. No titubea, ni le da pánico decir algo que pueda herir a otra persona. 

Apariencia

La apariencia actual de Andras es completamente distinta a la que tenía hacía unos meses, debido a la necesidad de la Demonio de romper con todos los lazos de su pasado. 

Andras adoptó una apariencia más oscura y por lo tanto, más acorde con su nuevo ser. Su cabello se volvió oscuro como la noche y largo. Lleva una especie de corona en la cabeza que lejos de ser un adorno, es una forma que tiene Andras de recordarse a sí misma quién es ahora.

El traje que ahora lleva, podría recordar a los trajes de los antiguos faraones de Egipto. Sin embargo, ella quiso hacer un pequeño "homenaje" a Amon por abrirle los ojos con respecto a sus pensamientos. Por lo tanto, las ropas que lleva intentan asemejarse a la forma de vestir del Demonio de la Ira.

La vestimenta, es bastante simple; un top para cubrir sus pechos que deja caer una fina tela negra que cubre el resto del cuerpo. Todo ello acompañado de una capa negra. 

Historia

Andras es uno de los 72 demonios pertenecientes a la Llave Menor de Salomón, que está actualmente custodiada por Edgar Leonhardt. Sin embargo, ella nunca ha estado conforme con que fuese él quien custodiase algo tan importante, así que se desentendió de él pasando a formar parte del bando de Amon y Baal y la guerra entre demonios que ambos estaban preparando.

Aun así, el tema de tener que pelear por algo así, a Andras no terminaba de convencerle, por lo que optó por llevar una vida en la que escondiese su auténtica personalidad. A partir de ese momento, se hizo llamar Laís, hija de los Bosques. Se especializó en las armas cuerpo a cuerpo y vivió durante mucho tiempo alejada de las disputas de los demonios.

Todo cambió cuando se enamoró. Andras nunca había sentido algo así por nadie antes, y sintiéndose cada día más culpable por ocultar su verdadera identidad a su amado, acabó por contar la verdad.

 

Fue entonces, cuando Andras dejó atrás su vida como "Laís" y volvió a relacionarse con los demonios. (Especialmente con los que estaban en el bando de Amon y Baal). 

Sin embargo, Amon se enteró de la relación que mantenía Andras con nada más y nada menos que un humano. Algo así le pareció tan vergonzoso que para comprobar la lealtad de la demonio con su causa, le obligó a matar a su amado. 

Andras, horrorizada, se negó rotundamente a hacer algo así y decidió desaparecer, o al menos trató de esconderse un tiempo en la profundidad de los bosques para así poder proteger a su pareja de algo tan terrible.

Amon sin embargo, no iba a dejar pasar aquel acto de deslealtad de forma tan sencilla. El demonio de la ira, buscó a Andras y tras encontrarla, la llevó junto a Evelyn, más concretamente; a la sala de torturas que tenía la Nigromante.

Durante muchísimo tiempo, Amon y Evelyn torturaron a Andras de mil formas distintas. Cada forma era peor que la anterior, y por supuesto, más dolorosa. 

Por su parte, Andras suplicaba cada noche que alguien fuese a salvarla; Los demonios con los que había hablado y recuperado relación o quizás... su amado. Pero cada noche ocurría lo mismo; nada. Nunca nadie la rescató.

Andras regeneraba sus heridas y volvía a ser torturada. Ya se había vuelto todo una rutina cuando, de pronto, Amon y Evelyn tuvieron que cambiar sus planes. 

Samael necesitaba un demonio... roto. Un demonio al que poder poner bajo sus órdenes y saber que no iba a decepcionarle pasase lo que pasase. ¿Y qué demonio podía estar tan roto como para acatar todas sus órdenes sin rechistar? Exacto; Andras. 

 

Samael habló con Evelyn para pedir que le entregase a la demonio. La nigromante, no era tonta y sabía quién era el que estaba pidiendo a Andras, así que sin poner demasiadas pegas... la entregó. 

Samael se mostró amable y cercano con una Andras completamente rota tanto física como psicológicamente. Incluso ella se atrevió a pedirle que por favor le llevase de vuelta a la Resistencia puesto que, su amado... la salvaría. Pero entonces, Samael soltó una de las verdades que Andras ya sabía... pero que no quería aceptar; nadie la esperaba. Nadie la recibiría. Nadie la quería.

 

Sin embargo, Samael le propuso un trato; él la entrenaría, la convertiría en un ser poderoso e incluso temible. Y a cambio, ella ejecutaría sus órdenes sin rechistar. ¿Qué otra cosa podía hacer Andras además de aceptar? El entrenamiento empezaría cuando la contraria mejorase su físico. Hasta entonces, permanecería en una confortable habitación de la gran casa de Samael descansando.

Derrotada, cayó al colchón de la cama y lloró. Parecía una niña pequeña a la que le habían negado un capricho. Pero ella necesitaba soltar todo el dolor que albergaba en su interior.

Varios días permaneció en aquella habitación. Pensando, llorando, pensando, llorando... Hasta que al final, se levantó. Empezó entonces a escribir sobre un libro en blanco que había en aquella habitación de Samael. Escribió cómo se había hecho pasar por Laís. Cómo lo dejó todo por amor... y cómo ese amor le llevó a la destrucción. Escribió también todas las noches en las que estuvo esperando la llegada de su amado al oscuro templo de Evelyn. Cómo esperó su liberación... y cómo nunca llegó. Aquel libro, se convirtió en su reliquia más importante... pues a partir de ahora serviría a Samael y si dudaba de sus propios sentimientos o intenciones, sólo debía leerlo para recordar quién era la "nueva" Andras.

Su corazón, que siempre había sido inocente e incluso bueno a pesar de ser el de una demonio, empezó a llenarse de oscuridad, odio e ira. 

Samael empezó a entrenar a Andras. Claro que para ello primero le ofreció un brebaje que ayudó a expandir todo su poder mágico por el cuerpo. Su cambio estaba empezando. Tras varias semanas de duro entrenamiento, Andras se convirtió en un ser fuerte, malvado y temible. Alguien que dominaba las sombras como pocos seres eran capaces. 

Cuando su entrenamiento terminó, volvió a Astoria. Pero antes de entrar en la ciudad decidió hacer una última cosa... Quiso romper de forma total sus lazos con el pasado. Utilizando su magia, cambió su aspecto para volverse alguien más oscuro y acorde con su nuevo "yo".

Aquel día, murió una Andras para dar paso a otra. Aquel día, se hizo una promesa a sí misma... Cualquiera que luchase por el "bien" era un enemigo pues el bien para ella... ya no existía.

Tener un inmenso poder es divertido... Deberías probarlo alguna vez.❞ - Andras

Habilidades

Andras al principio estaba especializada en las armas y combates cuerpo a cuerpo. Sin embargo, tras su cambio y entrenamiento con Samael se especializó en las sombras siendo capaz de adquirir un dominio total en este ámbito. Ahora mismo es un demonio fuerte, agresivo y letal. Algunas de sus habilidades más fuertes y usadas son:

Velo de la oscuridad

Andras invoca dos espadas creadas de oscuridad para poder atacar cuerpo a cuerpo. A pesar de estar hechas de sombras, son completamente letales para todo aquel al que le atraviesen. 

Paranoia

Consigue generar una sombra oscura como la noche capaz de disminuir el rango de visión de sus enemigos. Es entonces cuando aprovecha para lanzarse a ellos de una forma sigilosa y letal.

Abrazo agónico

Andras invoca en un área determinada sombras que inflingen cierto daño y también ralentizan a los enemigos. Suele ser utilizado de forma defensiva

Esferas oscuras

Utilizando las sombras, Andras puede invocar distintas esferas oscuras que de acertar en el enemigo, le hacen un daño considerable. Puede invocar tantas esferas como quiera, pero a más esferas, más maná gasta y cada vez van siendo menos efectivas.

Lanzamiento

Andras coge una de las esferas invocadas y la lanza contra un enemigo para hacer daño adicional tras el impacto. De esta forma, evita generar tantas esferas oscuras y así puede usar el maná para otros hechizos.

Dispersión

Andras suele dejar las esferas de forma estratégica para que llegado el momento, pueda empujarlas contra alguien. Así genera una gran cantidad de daño y en algunos casos, puede llegar a aturdir a los enemigos.

Lanzamiento

A cambio de un gran gasto de su maná, Andras recoge todas las esferas que ha generado y las lanza de forma directa y sin posibilidad de fallo contra uno de los enemigos. En un uno contra uno, este ataque es letal. 

Invocación

Andras utiliza también su poder para invocar un ser creado por sombras que persigue y (en caso de alcanzarle) daña al enemigo de forma constante hasta que es destruido. Es un ser que no hace daño excesivo pero puede resultar muy molesto y consigue que el enemigo pierda la concentración.

Curiosidades

Andras lleva siempre consigo un libro en el que escribió su historia como Laís y la "antigua" Andras. Cada vez que se siente débil o duda sobre si lo que está haciendo está bien o mal lo lee para recordar su sufrimiento y de esta forma seguir hacia adelante.

Andras odia a cualquiera que luche en nombre del "bien". Esto es así porque para ella su (ex)amado luchaba por esa causa y aun así, nunca fue a rescatarla. 

No quiere volver a tener ningún tipo de relación sentimental con nadie. 

No siente remordimiento alguno al asesinar a alguien. De hecho, ahora mismo disfruta haciéndolo.

Aunque ella no quiera, sigue teniendo muy presente todo su pasado para poder ser como es ahora mismo.

Su meta actual en la vida es hacer sufrir a todos aquellos que dijeron que fueron sus amigos. Por esta misma razón, considera que nunca ha tenido amigos y que nunca los tendrá.

Su poder es oscuro y letal. Está muy orgullosa de ello y le encanta usarlo. 

 No se sabe con certeza si Andras fue expulsada de Pandemonium o se fue por sí misma al ser un demonio muy débil que no pegaba nada con las leyes y el resto de los demonios. Sin embargo, al volverse alguien tan fuerte, volvió a reclamar su lugar entre los suyos por órdenes de Samael.

Relaciones

Amon y Evelyn fueron los encargaros de torturar a Andras hasta la saciedad. A pesar de ser dos seres a los que Andras tendría que temer, no lo hace. De hecho, les respeta porque gracias ellos aprendió que no importaba a nadie. Si no hubiese sido torturada, seguiría viviendo una gran mentira.

Amon y Evelyn [ @Evelyn_dragon ]

Samael entrenó a Andras en las artes oscuras para convertirla en un demonio fuerte y cruel. Le enseñó que no hay que tener piedad con los enemigos. A cambio del entrenamiento, Andras debe servir a Samael hasta el fin de los tiempos. Aun así, es alguien a quien respeta mucho más de lo que ha respetado nunca a nadie

Samael

Astaroth es para Andras.... Simplemente, es Astaroth. Su mejor amiga, su consejera y posiblemente su amor más profundo... Aunque nunca se lo ha dicho de forma abierta. Astaroth siempre se ha mantenido junto a Andras, dejándose incluso a sí misma en evidencia para protegerla. Andras ha jurado encontrar la forma de matar a Astaroth para poder morir juntas en paz.

Arlkreg es el amor imposible de Andras. Aquel por el que tanto ha sufrido y por el que tanto luchó. A día de hoy, es al único al que quiere matar. Quiere hacerle sufrir durante su muerte y quiere que se acuerde siempre del error que cometió.

Ancla 1
Ancla 2
Ancla 3
Ancla 4
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