
Nane


Ficha básica

Nombre: Nane.
Edad: Desconocida.
Estatura: 0,50 cm.
Sexo: Mujer.
Orientación sexual: Desconocida.
Raza: Fuego fatuo.
Magia: Magia propia de fuegos fatuos.
Personalidad
Es una niña, como ya se ha dicho antes, extremadamente risueña. Adora conocer gente nueva y aprender cada día más cosas sobre los humanos.
Aunque tiene aparentemente siete años, habla con mucho desparpajo y no tiene vergüenza alguna. Le encanta correr, bailar, reir y disfrutar de la vida al máximo. Si tiene que decirte algo que has hecho y que no le parece bien te lo dirá sin problema alguno.
Aun así, no deja de ser una pequeña muy inocente que tiene mucho que aprender de los demás y de sí misma también.
Nane es muy dulce. Pero puede enfadarse (a veces con demasiada facilidad). Sin embargo, es capaz de olvidarse de su enfado en cuestión de segundos y actuar como si nada hubiese pasado.
Apariencia
Humana
Cuando es humana, es una pequeña niña de apenas 0.50 metros de altura. Es extremadamente risueña. Tiene el pelo moreno y los ojos marrones. Siempre suele llevar la pequeña coleta en su cabeza puesto que, en su forma de Fuego Fatuo, es su llama.
Fuego Fatuo
Cuando está en esta forma, Apenas mide 0.10 metros de altura. Es una bolita de fuego (normalmente azul), que consigue atraer a la gente con sólo mirarla una vez.
Historia
Taya siempre había querido un hijo. Había dedicado toda su vida a buscar un buen marido que quisiese formar junto a ella una familia. Sin embargo, parecía que ese día no llegaría nunca, aunque ella rezaba todas las noches a los Dioses para que pudiesen satisfacer su deseo.
Ángelo era un joven trabajador de una familia honrada y humilde. Trabajaba en la reparación de muebles antiguos. Y un día recibió una llamada que cambiaría su vida, aunque él no lo sabía.
Ella necesitaba arreglar una pequeña mesilla de noche que había heredado de su madre. Él acudió al hogar de la mujer para reparar aquella estructura de madera. No fue complicado… pero Ángelo quería volver a ver a Taya. Así que no tardó en decirle que tendría que volver cada semana para revisar que estaba todo bien. Ella no puso ninguna pega.
Y así fue. Durante casi tres meses, Ángelo visitó a Taya todas las semanas para comprobar que el mueble que había arreglado estaba bien. Pero ese no era el objetivo del muchacho. Él quería conocer a aquella chica que desde el momento en que clavó sus ojos en los suyos, le robó el corazón.
No tardaron en enamorarse. Se querían y eran felices juntos. Una tarde de octubre, contrajeron matrimonio. Cada día que pasaba, se les veía mejor juntos. Pero no debemos olvidar una cosa… Todo lo que sube, tarde o temprano tiene que bajar. Y la felicidad de esta pareja, pronto empezó a disminuir.
Ambos querían un hijo. Pero por más que lo intentaban, no conseguían que Taya se quedase embarazada. Visitaron a muchos especialistas… Pero siempre era la misma respuesta; ella era estéril.
Taya pronto entró en una depresión severa. Su sueño… su deseo… jamás podría verse realizado. Se empezó a alejar de Ángelo, a pesar de que éste trataba de acercarse cada vez más a su esposa para que ella pudiese ver que él estaba a su lado pese a todo.
Una noche de tormenta, Taya salió de su casa de madrugada, buscando en los truenos las voces de los Dioses de Yggdrasil. Suplicó hasta quedarse afónica, su deseo de ser madre y pedía a gritos que le trajesen un pequeño bebé… Y sus plegarias fueron escuchadas.
Pero todos los favores de los Dioses, deben ser pagados. Y en las oscuras noches de tormenta, Ellos le exigían a Taya que a cambio de poder ser una mujer fértil, debía ofrecer al primer hijo que tuviese a los Dioses. Sin embargo, ella no quería escucharles. ¿Cómo iba a entregar a su primer hijo? ¿Acaso aquellos dioses a los que rezaba eran unos seres crueles y malvados? No. Jamás lo haría.
Los meses pasaban y la mujer no hacía caso de las palabras de los Dioses… Hasta que la paciencia de éstos se agotó y decidieron castigarla por ignorarlos. Y su castigo fue severo, quizás demasiado… pues ella cayó enferma de gravedad. Los médicos dudaban que ella pudiese vivir después de dar a luz al bebé que llevaba en su interior. Le aconsejaron que lo mejor era abortar… Pero ella se negó.
Ángelo trataba de hacerla entrar en razón. Le rogaba que pensase en ella… Que viviese por ambos. Pero Taya había deseado aquel niño desde hacía mucho tiempo, quizás demasiado. Y no iba a dejarlo marchar por nada del mundo, ni siquiera por su propia vida.
Y llegó el día. Taya llegó muy debilitada al parto, apenas podía ejercer fuerza en la mano de su marido mientras empujaba para que la criatura saliera… De hecho no parecía que quisiese salir por su propia cuenta, y aquello no era bueno.
Finalmente hicieron una cesárea a la mujer…. Pero no eran buenas noticias. La pequeña no lloraba, no respiraba y no latía su diminuto corazón. Había nacido muerta.
El doctor se acercó a Taya y colocó el cuerpo inerte de la pequeña en los brazos de la mujer.
- La próxima vez, no juegues con los dioses.- Pronunció para después desaparecer.
Taya lloró y lloró, hasta quedarse sin lágrimas que derramar. Tres días después, decidió quitarse la vida saltando por la ventana de un sexto piso del hospital en el que estaba. Ángelo desesperado, se ahorcó aquella misma noche en la soledad de su habitación.
A día de hoy, el espíritu de la pequeña hija de Ángelo y Taya, ronda por las tierras de Yggdrasil convertida en un pequeño Fuego Fatuo.
Siempre trata de atraer a las personas hacia su luz para poder aprender más de la vida de los humanos. Pero éstos muchas veces se asustan y terminan huyendo.
Un día, cansada de la soledad del bosque, decidió gastar gran parte de su poder para convertirse en una pequeña niña de unos siete años, de cabellos negros como la noche y ojos marrones.
Sacudió sus ropas y se miró las manos cuando su cuerpo adquirió aquella forma. Ya era una niña humana, o al menos lo parecía.
- Naaaaaane. – Pronunció con torpeza. Sin venir a cuento, aquella palabra se le vino a la cabeza. Así que decidió que aquel sería su nombre.
Y empezó a caminar, para conocer más a los habitantes de Cronogea. Sin embargo, pronto descubriría una terrible verdad... Y fue gracias a una excursión a la tumba de la diosa del mar cuando se encontró con su pasado y todo lo que éste ocultaba.
Habilidades
Todas sus magias y habilidades, las adquiere cuando es un Fuego Fatuo. En su transformación de humana, únicamente puede lanzar una pequeña chispa para defenderse de sus atacantes.
◈ Es muy extraño verle combatir cuerpo a cuerpo. Procura siempre usar la atracción hacia un lugar específico (como puede ser un pantano profundo o un barranco) para matar de esa forma a su víctima. Sin embargo, si tiene que defenderse por algún motivo, suele emitir un gran chispazo para después desaparecer y de esta forma confundir a su atacante.
◈ En su forma de Fuego Fatuo, es capaz de atraer a sus víctimas hacia sí misma para llevarles al lugar donde ella quiere. (Barrancos, pantanos profundos, arenas movedizas…).
◈ Aunque Nane no es para nada agresiva o cruel, necesita comer. Cuando es un Fuego Fatuo, se alimenta del miedo de sus víctimas. Miedo que tienen al ver que se están acercando a una muerte segura y que no pueden remediarlo.
◈ Cuando es un Fuego Fatuo, es un ser de ágil vuelo que puede flotar, inmóvil, en la misma posición durante el tiempo que necesite. También puede moverse tan rápidamente como un rayo de luz.
◈ Se comunica con otros Fuegos Fatuos según la intensidad de su luz.
Curiosidades
◈ Aunque los Fuegos Fatuos normalmente son considerados seres malignos, Nane no lo es para nada. Ella únicamente quiere aprender más sobre los humanos para tratar de averiguar algo sobre sus progenitores, aunque esto nunca pasará.
◈ A pesar de aparentar ser una niña pequeña, posee un gran poder aunque rara vez lo usa.
◈ Es muy inocente y extrovertida. Si tiene que decirte algo, no dudará en hacerlo.
◈ Adora los Unicornios. Vive esperanzada de poder ver uno algún día.
◈ Vive esperanzada de encontrar una nueva madre.
Relaciones

Señor Unicornio
El señor Unicornio, es el fiel compañero de Nane desde que ella llegó al mundo, a pesar de no ser más que un peluche. Se lo encontró en una basura y desde entonces han sido inseparables. Nane está segura de que tiene vida propia.

En su desesperación por encontrar una madre, Nane se encontró con Sanback. Por algún motivo que aún se desconoce, vio en él a su madre y ahora lo trata como tal. Por supuesto, Sanback rechaza a Nane cada vez que la ve. Aún así ella, sigue intentándolo.

En una de sus pequeñas mentiras, Nane acudió a la Resistencia para que encontrasen a un "amigo suyo que se había perdido" que casualmente era un unicornio. Arl fue el que le atendió aquel día y le prometió uno. Ahora, Nane confía en que cualquier día se lo entregará.