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Vilkas

Ficha básica

Nombre: Vilkas.

Edad: 27.

Estatura: 1,85 cm.

Sexo: Hombre.

Orientación sexual: Bisexual.

Raza: Cambiaformas.

Magia: Habilidades de pantera.

Cuando es humano, es un ser bueno y tranquilo. Trata de llevarse bien con todo el mundo y aunque le cuesta en ocasiones abrirse a los demás, siempre procura ser amable. Sin embargo, cuando consiguen enfadarle suele transformarse en pantera sin quererlo y puede volverse terriblemente agresivo. Aun así, cuando está en esa forma trata de volver en sí lo antes posible, para no dañar a nadie.

Personalidad

Apariencia

Humano

Cuando era niño, tenía los ojos azules y terriblemente claros. De ellos emanaba pureza. Tras los sucesos ocurridos en su vida, se volvieron marrones. Tiene el pelo castaño oscuro. Depende de cómo le dé la luz puede llegar a parecer negro. Es alto y delgado.

Animal

Al transformarse en una pantera, sus ojos se vuelven un rojo intenso. Es una pantera más grande de lo normal, veloz y fuerte.
 

Historia

Un día una mujer tuvo a un niño después de una madrugada complicada y dura. No era el primero, de hecho el pequeño, ya tenía dos hermanas más. Sin embargo, sí fue el más complicado.

Tenía los ojos azules, el pelo castaño oscuro y unos pulmones demasiado grandes que le permitían llorar a gritos. Estaba sano y era lo que importaba. Durante muchísimas noches lloró. No parecía que nada apaciguase a aquel muchacho en las sombras.

Fue creciendo poco a poco. Al contrario que sus hermanas mayores, era revoltoso y peleón. Pero aquello no era más que cosas de niños. O eso decía su madre. Es más, se veía que el pequeño tenía un gran corazón pues siempre que tenía la oportunidad de cuidar a cualquier ser menor que él lo hacía. Gatos, perros, pájaros… No importaba. Si necesitaban ayuda, él les ayudaba.

Sin embargo, de su madre heredó algo más que el color de su pelo. Heredó la sensación de no encajar en el mundo, pues sentía cosas raras que le rodeaban y que no podía ver.

Iba pasando el tiempo y aunque él intentaba expresar lo que sentía, todos le decían que eran paranoias suyas. Que no pasaba nada y que todo estaba bien. Aun así las noches era el peor momento para el muchacho.

Cuando la oscuridad se adentraba en su casa, podía notar unos ojos rojos que le observaban. A veces había más de tres pares de ojos. Era como si... “aquello” hubiese traído a sus amigos para reírse de él. No podía estar a solas tampoco pues era en ese momento cuando se notaban aquellas cosas. Es por ello que hasta muy tarde se estuvo haciendo pis en la cama.

En muchas ocasiones, quiso contar a sus padres lo que le ocurría. Sin embargo, su padre le tomaba por loco y terminaba por darle unas palizas terribles. Por otro lado, su madre trataba de calmarlo acariciando su cabello. Aunque ella sufría su propia amargura.

Nadie le quería escuchar. ¿Realmente era el único capaz de notarlo?

Tenía mucho miedo y no sabía a qué. Nadie se lo podía explicar. Visitó muchos psicólogos pero todos le decían que aquello estaba en su cabeza. ¿Era así de verdad?
Su madre adoptó la manía de ir todas las noches a acariciar los cabellos del joven para calmarlo. Esperaba a que se durmiese para irse. Así durante muchos años.

Siguió creciendo hasta llegar a su adolescencia. Allá donde fuese nunca encajaba. Siempre le tomaban por un bicho raro y se burlaban de él. A pesar de tener un gran corazón y querer ofrecérselo a todo el mundo. Era rechazado, odiado, marginado. Así que decidió encerrarse en su casa con alcohol y drogas. ¿Qué más daba ya su vida?

El tiempo pasó y su madre un día apareció muerta en la bañera rodeada de sangre. Se había suicidado…. Pero ¿qué le había llevado a hacer algo así? Desde aquel día sus noches se volvieron aún más insoportables. Ya no eran únicamente miradas. Eran susurros, rugidos y en ocasiones podía notar cómo se movían por su cuarto. ¿Pero qué era aquello?

Las cosas iban empeorando cada día más. Sin embargo, cuando su padre le estaba dando una de las palizas mientras le acusaba de la muerte de su madre, ocurrió algo que no había pasado antes. Aquellos ojos rojos que únicamente veía en la oscuridad, eran claramente visibles a plena luz del sol. Aquello le aterró de forma sobrehumana así que tras los golpes de su padre, fue a su cuarto y se escondió bajo las mantas deseando que pasasen los días y que aquellos ojos rojos desapareciesen de su mente.

Llegó la noche de aquel día. Nuevamente los rugidos y los movimientos estaban cerca de él. Se mantuvo inmóvil bajo las mantas con los ojos cerrados. Ya era algo habitual en él. De pronto el grito desgarrador de una de sus hermanas le hizo salir de su escondite. Corrió a la habitación donde ambas descansaban. Pero la escena fue horrible.

Todo estaba completamente destrozado. Sus hermanas yacían en la cama desangrándose con zarpazos en la cara y cuerpo. ¿Qué demonios había pasado? Pronto apareció su padre. Acusó una vez más al muchacho de aquella estampa.

- ¡YO NO HE SIDO! – Gritó entre lágrimas.

Sin embargo, eso daba igual. Necesitaba un culpable y ya lo tenía. Alzó la mano. Iba a asestarle uno de los golpes más dolorosos de los que había recibido nunca…. Cuando de pronto, su padre se arrodilló ante él con un gran zarpazo en la espalda.

Cuando el cuerpo de aquel hombre llegó a tumbarse en el suelo, el muchacho buscó a su alrededor. No tardó en encontrar los ojos rojos que siempre veía y que se acercaban a él. Estaba claro. Era el siguiente. Así que por primera vez, los miró con valentía, aceptando su rendición. Aceptando su destino… la muerte.

Y de pronto, todo se volvió confuso, difuminado, negro.

Cuando consiguió recuperar la consciencia, estaba corriendo por un bosque de una región que no conocía. Se sentía fuerte, veloz. Pronto llegó a un pequeño lago al que se acercó para beber agua. La luna era llena, y emitía una luz pura. Al llegar al agua, pudo observar su rostro. No era humano. Era un animal… Una pantera negra.

Habilidades

Sus habilidades no son nada especiales. En su forma humana no tiene nada especial destacable. La única forma que tiene Vilkas de luchar contra alguien o algo, es en su forma animal. Cuando adquiere esta forma, se convierte en una pantera mucho más grande de lo habitual. Su fuerza, velocidad y restitencia se ven aumentadas y puede llegar a ser una máquina de matar si se lo propone.

Curiosidades

La madre de Vilkas, había vivido con el espíritu de la pantera negra toda la vida. Aquel espíritu al notar la debilidad de la mujer, buscó incansablemente al próximo cuerpo que invadiría. Por eso el muchacho era capaz de ver y oír cosas en la oscuridad. Al suicidarse la madre aquella noche por pura agonía y desesperación, el espíritu se dedica a buscar en la casa a la próxima persona que puede poseer. Lo intenta con las hermanas pero no son suficientemente fuertes. Lo mismo ocurre con el padre. Finalmente al encontrarse con Vilkas, lo consigue. Por ello el muchacho es un cambiaformas porque está poseído por un espíritu de una pantera negra.

Sus ojos siempre habían sido azules hasta que fue poseído por el espíritu. En ese momento se volvieron marrones rojizos. Depende de la luz, se ven marrones o rojo. Sin embargo cuando se transforma en pantera o está a punto de hacerlo, siempre se vuelven de un rojo intenso.


No siempre se transforma en pantera por voluntad propia. A veces es el propio espíritu el que exige la transformación.

Cuando se convierte en pantera por exigencia del espíritu, es incapaz de controlar el cuerpo y los movimientos. Aun así, Vilkas es consciente de todo lo que ocurre cuando se transforma en el animal pudiendo verlo todo con sus ojos.

Siente adoración por los conejos a día de hoy gracias a Uchiki.


Odia que le toquen el pelo pues considera que es algo que únicamente su madre podía hacer. Sin embargo, cuando se transforma en pantera por voluntad propia, adora que le acaricien por la cabeza, cuello y tripa. Al fin y al cabo, es un gato grande.

Siendo pantera adquiere un gran tamaño. Tanto es así que podía llevar a un humano en su espalda.

Está estudiando medicina para ayudar a Uchiki.

Relaciones

Uchiki es actualmente la persona más importante de Vilkas. Su encuentro fue casual y poco a poco forjaron una amistad indestructible. Vilkas nunca perdonaría a quien dañase a Uchiki.  Podría decirse que es como su hermana menor. Por ella está sacándose la carrera de medicina.

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